¨Una prueba de lo
acertado en la intervención educativa es la felicidad del niño¨.
Maria Montessori.
Después de unas semanas trabajando sobre la educación especial y conociendo
sus características principales, nos hemos dado cuenta de la importancia que
tiene conocer los orígenes de la misma, para que de esta manera podamos
trabajar en mejorar las respuestas que podamos dar a las necesidades educativas
de nuestros alumnos como futuros docentes.
Consideramos
que es fundamental conocer las diferencias que existen entre segregación,
exclusión, integración e inclusión, para que de esta manera seamos capaces de
tratar la inclusión y conocer la forma correcta de trabajarla.
Gracias a recursos visuales como ¨Al frente de la clase¨,¨El pequeño
salvaje¨ y ¨El Milagro de Ana Sullivan¨, películas que hemos visto en clase,
nos han ayudado a observar cómo se trataba la educación especial antiguamente y
como ha ido evolucionando hasta la actualidad.
Sin embargo, tenemos que tener en cuenta, que aunque siempre se habla de
integración, de aceptación o de inclusión sobre el papel, a la hora de llevarlo
a la práctica, encontramos que aunque sí que hay integración, no existe
realmente esa inclusión de la que nos hablan, ya que las personas con
diversidad funcional siguen teniendo problemas para ser aceptados en la
sociedad o para encontrar trabajo.
Por ello, creemos necesaria una buena formación
de los maestros, conociendo desde los orígenes la educación especial; el avance
de la medicina y la ciencia a lo largo de los años, la religión, la concepción de
este concepto en el lugar donde se lleve a cabo… para poder llevar la inclusión
educativa a la práctica, ya que es en las aulas donde verdaderamente se refleja
si se está realizando un trabajo como docente, de manera eficaz y eficiente,
donde pueda cumplirse que el alumno es incluido en el aula sin diferenciarlo
del resto.